Clase 21/11/2016

En esta clase tratamos los diferentes modelos de comunicación entre padres e hijos. Podemos distinguir tres principales: agresivo (gano-pierdes), pasivo (pierdo-ganas) y asertivo (gano-ganas). De estos modelos, es necesario promover el tercero de ellos, que se sirve del diálogo como principal herramienta con el fin de buscar soluciones ventajosas para ambos interlocutores. En este diálogo, son imprescindibles el respeto, la empatía, la capacidad de escuchar, el interés hacia el interlocutor, la claridad, la precisión, la autenticidad y la atenuación de expresiones de deseo en lugar de exigencias. De este modo, la comunicación padres-hijos se verá favorecida. Por el contrario, las actitudes de crítica, contraataque, reproche, interrupción, monopolio conversacional o reproche constituyen estrategias inadecuadas para afrontar los conflictos interpresonales y se relacionan con los modelos agresivo y pasivo. 
Asimismo, en esta clase tratamos el tema de la mediación aplicada, entendida como fase de resolución de conflictos; tales conflictos pueden ser culturales y estar contaminados por determinados contextos y por otros conflictos. Es necesario tener en cuenta una serie de elementos a la hora de realizar un proyecto de mediación: definición del conflicto, definición de los objetivos, descripción del contexto, descripción de los actores, conocimiento de los sujetos, planificación de estrategias, elección del grupo negociador, etc. En el proceso de mediación, la figura del mediador desempeña un papel fundamental; este debe situarse en los contextos microsociales, sabiendo que a menudo se mezclan componentes afectivos y profesionales. Así, el mediador representa un agente de cambio y empoderamiento, y es el responsable de asumir que los problemas de comunicación van más allá del ámbito lingüístico. No obstante, a menudo el proceso de mediación se ve limitado por cuestiones tanto culturales, que dificultan la comprensión de la situación por parte del mediador, como institucionales, pues todas las instituciones suelen responder a un funcionamiento etnocéntrico. 



En relación con la asignatura, las estrategias de mediación pueden desarrollarse tanto en el ámbito familiar como en el escolar. La mediación escolar es una técnica que se utiliza fundamentalmente para resolver problemas de convivencia entre alumnos. En algunos centros también se usa para solventar las dificultades que surgen entre el profesorado o entre este y los padres y madres. El interés por la mediación escolar está creciendo como consecuencia de los conflictos que se producen por el deterioro de las relaciones interpersonales en las escuelas. Así, la mediación se convierte en  una herramienta que puede mejorar la gestión de determinados conflictos, ya que no aporta solución para todas las situaciones conflictivas. La mediación en el ámbito escolar se estructura a través de la creación, dentro del propio centro educativo, de un órgano mediador, cuya composición puede variar: puede estar constituido por mediadores provenientes del alumnado, del profesorado e incluso del personal no docente. Lo que se pretende con esta mediación es fundamentalmente transmitir habilidades de comunicación, asertividad (poder expresar las opiniones y los puntos de vista, sean correctos o no), identificación de emociones, empatía, escucha activa.
En el centro donde cursé mis estudios de Educación Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato, había un programa de mediación en el que las figuras del psicopedagogo y el orientador desempeñaban un papel fundamental para la resolución de conflictos. Así, estos intervenían en el proceso de mediación a través del diálogo con el alumno para conocer su situación personal y poder así entender la complejidad del problema. Además, ofrecían pautas a los profesores mediadores y proporcionaban técnicas específicas para cada alumno. 
Además, en esta clase de Sociedad, Familia y Adecuación visualizamos y debatimos un reportaje titulado «Crear hoy las escuelas de mañana». Este vídeo me pareció muy interesante; de hecho, lo volví a ver días después. En él, se plantea la situación actual de la educación, que se encuentra desfasada, pues, si bien las nuevas tecnologías han originado una nueva realidad social que a su vez requiere un nuevo tipo de conocimiento, el sistema educativo cuenta con una metodología anquilosada. La enseñanza tradicional se ha sustentado en el privilegio del contenido, el aprendizaje memorístico por recepción, el parcelamiento en asignaturas y el carácter resultista de las calificaciones académicas. Las siguientes viñetas ironizan a propósito de este tipo de educación:




El siguiente vídeo muestra también el estado de la educación actual:




No obstante, el nuevo contexto hace necesario un cambio en favor de una enseñanza conectada directamente con la realidad, basada en el aprendizaje por descubrimiento y por competencias, el pensamiento creativo, la motivación del alumnado, la crítica a las ideas establecidas y la interdisciplinariedad, que presupone la interrelación del conocimiento. De este modo, tal como afirma Eduard Punset en el reportaje, «lo importante no es la meta del viaje, sino lo que se hace durante el recorrido». Así, frente al establecimiento de metas comunes, los nuevos enfoques abogan por la importancia de la experiencia del aprendizaje. El reportaje insiste también en la figura del docente y la necesariedad de la vocación como motor de la educación. Sin embargo, critica el hecho de que los docentes pierdan su pasión y motivación por culpa de la reglamentación y la presión del sistema educativo. 
En la construcción de un nuevo modelo educativo acorde con el contexto actual, creo que conviene tomar como punto de referencia el sistema finlandés. No obstante, el cambio hacia un modelo similar en España debe ser progresivo, pues la sociedad debe ir asimilando poco a poco estos nuevos métodos de enseñanza. A continuación, incluyo un vídeo que explica muy bien en qué consiste el sistema educativo en Finlandia.
En esta clase también comentamos el programa de ‘Salvados’ «De hijos a padres». En él se tratan algunos temas que considero muy importantes. Uno de ellos es la cuestión de los deberes y las compatibilidades o incompatibilidades con las actividades extraescolares. Los adolescentes afirman que la excesiva cantidad de deberes que deben realizar por las tardes les impide dedicar su tiempo a actividades extraescolares que les motivaban. Además, argumentan que este exceso de tarea repercutía negativamente, pues los alumnos acaban realizando los ejercicios como meros trámites, sin prestar atención ni mostrar interés. Personalmente, estoy bastante de acuerdo con los chicos del reportaje, ya que yo también me enfrenté a esta situación cuando quería dedicar las tardes a la música en el conservatorio pero debía realizar gran cantidad de deberes. Asimismo, en el vídeo se pone de manifiesto cómo hay una serie de contenidos que están privilegiados en el currículo (lengua, matemáticas, ciencias, etc.) mientras que otros quedan marginados y relegados al ámbito extraescolar (baile, música, deporte, etc.). Además, queda reflejada la creciente obsesión de los padres por apuntar a sus hijos al mayor número posible de actividades extraescolares. Los padres tratan de evitar que sus hijos sufran las mismas frustraciones que ellos, de manera que se proyectan en ellos e intentan ofrecerles toda la formación posible; sin embargo, a menudo son los padres quienes eligen las actividades extraescolares sin tener en cuenta las motivaciones de sus hijos. La siguiente viñeta refleja perfectamente de manera irónica y cómica esta realidad:



De igual modo, son muchos los padres que están obsesionados por que sus hijos cursen estudios universitarios y puedan acceder a un mejor puesto de trabajo, pero tampoco en este caso atienden a los intereses de sus hijos. Otro tema muy importante sobre el que se debate en el vídeo es la falta de motivación generalizada del alumnado. Frente a esta situación, estoy de acuerdo con el profesor de filosofía, que afirmaba que es necesario llevar a cabo un cambio metodológico, pues el aprendizaje memorístico por recepción no despierta el interés de los alumnos, de modo que hay que buscar nuevas vías motivadoras basadas en el aprendizaje por descubrimiento. En este sentido, y en consonancia con el reportaje «Crear hoy las escuelas de mañana», se debe abandonar también la perspectiva resultadista en favor de la atención al proceso de aprendizaje.