Clase 16/11/2016

En esta clase continuamos con el tema de la familia como agente educativo y, concretamente, atendimos a la participación de las familias en los centros educativos. En este tema, partimos de la idea de que es fundamental que exista una interrelación entre la familia y el centro educativo, con objeto de que puedan trabajar cooperativamente. 
Son tres los ámbitos principales mediante los cuales los padres pueden participar en el centro educativo de sus hijos: las AMPAS, los órganos colegiados del centro y las intervenciones individuales. 
Las AMPAS (Asociación de Padres y Madres de Alumnos) tienen varias funciones: colaborar en las actividades educativas del centro así como en las actividades complementarias y extraescolares, organizar actividades culturales y deportivas, promover la participación en la gestión del centro, asistir a las familias en el ejercicio de su derecho a intervenir en el control y gestión de los centros, facilitar la representación de los padres y madres en el Consejo Escolar, etc. 
El Consejo Escolar, por su parte constituye un órgano colegiado y también cuenta con diferentes competencias: formular propuestas al equipo directivo sobre el Plan Anual de Centro, aprobar el Proyecto de Centro, elaborar informes sobre el funcionamiento del centro, participar en el proceso de admisión del alumnado, aprobar el Reglamento de Organización y Funcionamiento (ROF), promover medidas para favorecer la convivencia en el centro, participar en la resolución de conflictos, promover la colaboración con otros centros docentes, entidades y organismos, etc. Está conformado por el director o directora del centro, que es el presidente del Consejo Escolar, el secretario o secretaria del centro, ochoprofesores/as, nueve padres o madres del alumnado (variable según el número de unidades), de los cuales uno es designado por el AMPA, y un representante del personal de administración y servicios. 
Además, los padres y las madres pueden participar de manera individualizada a través de diversos medios. Uno de los más importantes es sin duda la acción tutorial. Mediante la acción tutorial, el tutor o la tutora puede desarrollar diferentes funciones, entre las que destacan tres: informar al alumnado y la familia sobre el desarrollo de su aprendizaje, facilitar la cooperación educativa entre el profesorado del equipo docente y las madres y los padres, y mantener una relación permanente con la familia. Para ello, el tutor o la tutora puede recurrir a la planificación de entrevistas familiares o la atención individualizada hacia el alumnado. 

Personalmente, creo que las horas destinadas a tutoría deben ser aprovechadas tanto por el tutor o la tutora como por los alumnos. A menudo ocurre que estas clases terminan siendo dedicadas a la realización de tareas de diferentes asignaturas. No obstante, la tutoría puede constituir una herramienta fundamental para que los tutores conozcan personalmente a sus alumnos y puedan establecer un diálogo con ellos con el fin de ayudarlos y enriquecerlos. Tengo constancia de que en algunos centros se están empleando emocionarios en las clases de tutoría del primer ciclo de Secundaria. A través de estos emocionarios, los tutores pueden ser conscientes de las inquietudes, los intereses y el estado anímico de sus alumnos. Asimismo, resulta conveniente proponer actividades de motivación y orientación para el alumnado. Por ejemplo, existen algunas plataformas de orientación que ayudan al alumno a escoger entre las diferentes opciones formativas. 


El arte de emocionarte
Diario de las emociones

Durante esta clase, además, establecimos un debate a propósito del artículo «El Comité Claudio Naranjo aboga porque docentes y familia confluyan en la educación», de Enrique Morán. A partir de este artículo, me interesé por la labor de Claudio Naranjo y su equipo. Claudio Naranjo es un reconocido psiquiatra chileno, escritor y maestro pionero como integrador de la psicoterapia y las tradiciones espirituales tanto a nivel teórico como experimental. La Fundación Claudio Naranjo, inspirada en el trabajo de este autor ‘Cambiar la educación para cambiar el mundo’ tiene como propósitos principales contribuir a una nueva orientación de la educación que contemple e integre las distintas dimensiones del ser humano (instintiva, emocional, cognitiva y espiritual); promover un espacio de reflexión sobre la educación actual con la perspectiva de una posible transformación del sistema educativo, que es una de las causas «invisibles» de los dramas personales y sociales subyacentes; colaborar con instituciones públicas y privadas en la formación de educadores o personas relacionadas con el entorno educativo. De este modo, mente, cuerpo y emoción constituyen los tres pilares del sistema educativo promovido por este grupo. Dentro de esta propuesta, cobra especial relevancia la interrelación entre los centros educativos y las familias, tal como subraya Enrique Morán . 


Imagen página web Claudio Naranjo
También realizamos una actividad grupal en forma de lluvia de ideas en la que propusimos algunas actividades para fomentar la participación de los padres en los centros educativos. En nuestro grupo, barajamos la posibilidad de organizar actividades extraescolares en las que los padres estuvieran implicados. Un ejemplo sreía una fiesta benéfica celebrada en el centro, en la que se organizarían diferentes actividades (carreras, partidos deportivos, venta de artículos hechos a mano, maquillaje, disfaz, etc.) con el fin de recaudar fondos para una ONG.